Lola Arroyo: “Muchas empresas llegan a Alemania con trabajo adelantado, pero no tienen en cuenta los plazos administrativos que se manejan aquí”

María Dolores Arroyo llegó a Múnich a través de una beca de posgrado y desde entonces ha permanecido en la capital de Baviera, donde ha desarrollado toda su trayectoria profesional hasta la fecha. Desde Baviera, Lola ofrece soporte jurídico a numerosas empresas españolas que deciden establecerse en Múnich y sus alrededores. En la siguiente entrevista comparte su experiencia en Alemania no solo a nivel profesional, sino también personal.

 

(P) ¿Desde cuándo forma parte de la Junta y por qué decidió incorporarse a la Cámara en su momento?

(R) Soy socia la Cámara desde 1997 y estoy en la Junta Directiva aproximadamente desde hace 10 años. En 1996 se funda el despacho de Arroyo & Asociados en Múnich y un año más tarde nos dimos de alta. En ese momento nuestro despacho quería tener una presencia en Alemania ante instituciones y asociaciones oficiales, ya que nuestro despacho tenía y tiene como fin participar de las relaciones jurídicas entre ambos países.

(P) Actualmente dirige el despacho Arroyo & Asociados. ¿Cómo nace este despacho y por qué en Múnich?

(R) Yo trabajé anteriormente durante ocho años en un despacho alemán ubicado en Múnich y a continuación tuve la oportunidad de fundar junto a otro compañero el despacho actual aquí mismo, donde a estaba instalada, de la mano de Arroyo & Asociados para enfocarnos en las empresas españolas con actividad en Alemania. No obstante, el despacho cuenta con una sede en Madrid desde 1990.

(P) ¿El despacho está especializado en empresas españolas o también alemanas?

(R) Ofrecemos un servicio completo principalmente a empresas españolas, que se establecen generalmente en la zona de Múnich, y necesitan soporte jurídico bien sea puntual o a largo plazo en procesos como la creación de una nueva sociedad. De esta manera realizamos toda la correspondencia con la administración alemana. A la inversa, en el despacho de Madrid también se cuenta con empresas alemanas dentro de la cartera de clientes.

Además, seguimos contando con una cartera de clientes privados. Para mucha gente española es difícil realizar determinados trámites si no cuentan con la asistencia de despachos de habla hispana. Este tipo de cliente me permite diversificar mi actividad no centrándome solamente en la empresa. El gran abanico de clientes privados compensó, por ejemplo, la pérdida de empresas españolas que se vieron afectadas por la crisis de 2008 y que, por consiguiente, dejaron de invertir en el exterior. En el campo de los clientes particulares llevamos diferentes temas como el derecho de sucesiones, compraventas, reclamaciones de cantidad… todo lo que es derecho civil.

(P) ¿Con qué obstáculos se suelen encontrar las empresas españolas a la hora acceder al mercado alemán en relación a los aspectos jurídicos que soléis tratar?

(R) Las empresas españolas piensan que todo funciona como en España. Alemania es un “gigante” burocrático y muy lento a la hora de completar diferentes trámites administrativos. Una empresa de nueva creación que desee darse de alta en la Hacienda alemana y obtener un CIF probablemente pueda esperar hasta dos meses, mientras que en España lo consigues al día siguiente, y esto a veces no lo entienden. Algunas compañías llegan ya con trabajo adelantado a la hora de instalarse en Alemania, pero no cuentan con los plazos que se manejan en el país.

(P) ¿Dirías que ha incrementado el número de empresas españolas en Múnich? ¿En algún sector en concreto? ¿Qué crees que motiva a las empresas españolas a adentrarse en Alemania según tu experiencia?

(R) Últimamente ha aumentado el número de empresas, pero tengo que decir que he notado una disminución del negocio en el sector de la automoción. Las empresas tecnológicas con las que más han incrementado en cantidad últimamente. Hace unos años pasó con la fibra óptica.

Al principio muchos españoles pensaban en Berlin, puesto que es la capital del país, pero esta tendencia ha cambiado y cada vez se han abierto más a otras opciones, como Múnich que económicamente es asequible y la administración está bien organizada.

(P) ¿Cómo ha cambiado vuestra actividad a lo largo del tiempo en materia de digitalización?

(R) Para las empresas españolas suele ser a veces dificultoso funcionar como lo hacen en Alemania ahora mismo. Esto sucede para darte de alta en determinadas plataformas, ya que te mandan un código en papel a la sede de la empresa, que puede estar tranquilamente en España, con el cual te puedes dar de alta, por lo que a veces por cuestión idiomática se pierden en el proceso. Esto nos complica a veces la vida a nosotros.

(P) ¿Qué aspectos pueden aportar las empresas españolas en Alemania?

(R) La verdad es que la empresa española tiene muy buenos diseñadores, como por ejemplo en el sector automotriz, y por lo general, sabe resolver problemas de forma rápida. Además, destacaría la buena formación en ingeniería. Pienso que realmente trabajadores de ambos países se compenetran bastante bien.

(P) ¿Cómo fue su primer contacto con Alemania? ¿Qué relación mantiene con este país?

(R) Llegué a Alemania a través de una beca de posgrado, mi marido es alemán pero nacido en Madrid… El idioma lo aprendí en la universidad, a través de la cuál, conseguí la beca, y paralelamente me busqué unas prácticas en Alemania. Tras realizar los estudios de derecho alemán me quedé en el primer despacho que he mencionado anteriormente, donde comencé a trabajar. Recuerdo que en aquel entonces valoraron mucho el título que certificaba mis estudios de alemán para otorgarme la beca.

(P) ¿Es miembro de otras organizaciones económicas o asociaciones?

(R) Soy miembro de varias asociaciones hispanoalemanas de juristas y profesionales hispanohablantes. No quiero decirlas todas para que no se me olvide ninguna.

(P) ¿Has notado a lo largo de todo este tiempo diferencias culturales entre ambos países en el ámbito de los negocios?

(R) El español improvisa más y el alemán es más reflexivo. Los españoles a veces se ponen nerviosos cuando no reciben una respuesta rápida por correo porque piensan que hay que contestar acto seguido. A los alemanes no se les olvida y requieren algo más de tiempo para contestar con más precisión. Por otro lado, los alemanes suelen esperar dos semanas, que es el tiempo prudente, y partir de ahí reclaman una respuesta.

(P) Por último, ¿qué diferencial aporta la Cámara a una empresa española con actividad en Alemania?

Destacaría el networking que ofrece la Cámara en un entorno donde se puede contactar con otras empresas españolas, intercambiar puntos de vista y experiencias. En definitiva, se trata de obtener una ayuda mutua. Hoy en día las empresas tienen mucha más información de mercado que antes, pero el contacto personal en un país ajeno al tuyo sigue siendo importante para solventar dudas en determinados momentos.